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Decía Benjamin Disraeli (político y escritor inglés del siglo XIX) que “lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sinó mostrarle las suyas”.

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Hace ya algún tiempo, alguien me dijo que tenía belleza en la mirada. Una belleza que no radicaba en su color o en su intensidad sinó en el hecho que desprendía paz, alegría, incesante búsqueda… Hoy, después de muchos meses y muchas experiencias, he comprendido que me mostraba una de mis cualidades. Ser capaz de transmitir lo que llevo dentro con una mirada.

Hace ya algún tiempo, alguien confió en que volvería a ser capaz de seducirme por las paredes de rocas de diversa índole… confió en mi valor para afrontar miedos, antes que yo fuera consciente de ello. Hoy, después de muchas vueltas al reloj, he comprendido que apostó sabiendo que ganaría. Ese acto de fe me mostró el camino.

Hace ya algún tiempo, alguien me susurró al oído que si deseaba algo, lo conseguiría. Solo hacía falta querer… Hoy, después de muchos kilómetros en diversas direcciones, he comprendido que sabía más de mí que yo misma. Sabía que era capaz de afrontar los giros de la vida y sobreponerme a los fracasos.

Hace ya algún tiempo… Sé que estáis a mi lado...

A todos los que habéis confiado en mí y a los que me habéis dado la mano… GRACIAS. Por vuestro punto de vista, por vuestra estima, por vuestra compañía… por compartir conmigo vuestras riquezas y dejarme mostrar las mías.

Un gracias por todo INFINITO…



(Hoy no ha sido un día cualquiera. Ha sido un día deseos y de compartir conquistas… Me alegra haberlos compartido con vosotros. Un besoooooo!)